miércoles, 25 de marzo de 2009

*** Mi luz se tiñe de nostalgia***

De nuevo, aquí, sentada sobre este lienzo que cobija mis noches, sobre está cama que conoce todas mis historias, escribiendo está indefinible multitud de sentimientos que solo puedo expresar en este momento, plasmándolas sobre este inerte y blanco fondo que le da vida a mis palabras, que esta aparente e inmóvil hoja soporta como mi fiel confidente de este instante de indescriptible soledad, de sentimientos encontrados y de luchas aun no finalizadas, de batallas invisibles de esta guerra que me hace sentir plena y al mismo tiempo vacía.

Soledad mía que solo tú entiendes. Estos momentos que no son más que tiempos pasados, tiempos pasados que ya no regresaran, tiempos que volverán alguna vez resurgiendo con nuevos aires; aires que llenan mis pulmones de está dulce ansiedad en la cual me regocijo y me hace morir para renacer de nuevo de la forma más bella como lo es la esperanza de saber que cada día es una nueva lucha, una nueva vida, una nueva muerte.

Pero ahora, dulce noche mía, que me envuelves y me cobijas con tu silencio, entre los murmullos del silencio, entre las palabras no dichas, entre los respiros profundos de mis días bellos y mis días obscuros. Ahora solo escucho desde el fondo de mi alma la incesante, fugaz y lejana armonía de mis sentidos que me dicen que la vida no es más que la simple y tierna voz de saber que nada está finalizado hasta que la luz de mi sonrisa ilumine mis días que aun no han llegado, de los días felices que aún están por llegar.

No existe tiempo para nublar mi vista dejando sentir sobre mis mejillas la humedad de mis sinsabores, de mis temores, de mis tristezas, solo existe la luz sobre mi alma que me hace seguir adelante, solo existe la fortaleza de luchar más fuerte, de librar cada batalla hasta el último rezago de mis infinitas fuerzas que me provee la convicción de saber que al final serán mayores y mucho más grandiosos mis días de victoria que mis días oscuros. Mientras exista vida, mientras exista sangre que llene mi corazón, no existirá nada que me detenga por librar esas batallas aún no libradas.

Gracias noche mía por recibirme en tu bello lienzo rodeado de oscuridad, esa oscuridad que al final de cuentas será un nuevo amanecer brillante y grandioso, en el cual me regocijare luchando, gracias a tus fuerzas reconfortantes que me das en tu descanso, y no cabe duda noche mía que tu ahora eres mi amiga dulce que me dirás en el nuevo día que yo seré la que luche y la que venza. Porque solo tú con tu fuerza escondida me dices que mientras yo luche tú me llenaras de amor.

Porque la vida no es injusta, porque la mayor traición que uno puede tener es negarse a ser feliz. Porque está profunda tristeza que hoy me inunda me impulsa a luchar por mi felicidad por saber que estoy viva.


Maryana
Derechos Reservados
Marzo 16 de 2009

De la memoria de mis antologías del alma Noviembre 14/2006

Esta obra está bajo una licencia de Creative Commons


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